sábado, 20 de octubre de 2007

La poesía y las facturas

Que nos ha dejado la poseía, veamos, N le cantaba al amor, a cual amor no me interesa, en mi casa encontré parte de uno de sus libros, lo guarde como una reliquia solo quedo en eso, nunca lo releí aunque no soy de ese tipo. H le cantaba a un extraño futurismo llamado creacionismo y a mi personalmente me alimento la infancia poética, un día le recite a una novia el canto 2, ella se aburrió, yo ya me había aburrido harto tiempo atrás.
R al parecer es la esencia de una política nefasta, pero de un poder poético genial, agotado por los demás que le siguieron, en tiempos bien malos un amigo me presto uno de sus libros mas que un poema era un largo llanto de un hombre de piedra, un “verdadero” llanto. G, la maestra, es de los casos que a mi me interesan en demasía, ese odio no odio al pueblo natal lo encuentro digno de una gran poeta, es así, creo, como se forma una poesía mas universal, y también una poética propia, la odiosidad personal y poética nunca debe hacer falta en el plato preferido del escritor, mi abuela tenis todos sus libros he incluso la conoció, en mi vieja casa de niñez si me dieran al elegir entrar un fantasma elegiría el de ella, seria buena solución para el insomnio. P el mas grande de todos los tiempos, es una especie rara de estrella del rock, pero la mejor, si a mi me preguntaran cual es el rock star que mas me gusta, desde luego diría que N, no veo por donde un verdadero rock star le haga el peso, si no creen solo hace falta recordar su salida de la ultima feria del libro, colmada de gropies guardaespaldas a la moda WF, todo lo necesario para un poeta del siglo 21, o del siglo 25. cualquiera de sus libros abre
un diafragma sin limites, una exposición de segundos milenarios, una instantánea tridimensional, nada de 2 dimensiones. L, es el que mas me costo entenderlo, lo aprendí a conocer a fuerza de amistades, entonces aprendí lo entupida que es la tozudez, nadie ha visto a Chile tan bien como L, sin esa ridícula reverencia, lamentablemente la
N-zación de Chile le ha jugado en contra, precisamente lo que L en su poesía detesta. T, es como L, pero de la ribera o si quieren de la provincia o quizás mejor, desde la línea del tren, la verdad desde cualquier bar donde acababa de conversar sobre fútbol, a T lo leo y releo cada ves que lo encuentro, no siempre se encuentran poetas con piel de corteza de árbol, sus libros los encuentro a menudo en bibliotecas, pero no lo conocí en esas tan extrañas salas, fue a los 17 gracias a la pequeña librería de un ex carabinero, la librería no tardaría en convertirse en un refugio inagotable. Si, gracias a una biblioteca encontré a Z siempre me ha gustado esta letra, Z debe ser el ultimo de una línea en extinción pero creo que es de los mejores, Z esta mal y lo respeto, creo que se la jugo por la poesía al igual que T, y eso se paga caro, eso en estas tierras se paga con acido en la piel. R es otro caso de nuestra extraña fauna, quizás R pago con poesía la vida, una vida digna de perros ¿Qué habría hecho R sin aquella vida?, R es nuestro Agamenon pago con sangre, mucha sangre, su estadía por las letras poéticas. U es un señor de esos que a cualquiera le gustaría ser llegado a viejo, arrogante, enojón, para mi un “fenómeno”, quizás no es ni arrogante ni enojón, pero sin duda alguna un gentleman. B solo ha elegido ser B, que mas responsabilidad literaria que esa, una ves lo salude en la plaza de Viña, se veía simpático, y yo me debí haber visto muy hueón.

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